Para hacer buenos contenidos, primero que nada necesitas investigar mucho acerca del tema del que quieres hablar, conocer sus pros y contras, así como las críticas y todo lo que se diga del tema, ya que sólo así podrás explicar a fondo de qué se trata ese tema y de esta manera, explicárselo a otros.
Debe estar escrito para ser leído, esto es… ¡No hables con tecnicismos! Recuerda que tu público no es un público especializado (a menos de que sea un blog para usuarios de ese tipo), da los conceptos básicos para hacer que los contenidos sean digeribles y sencillos.
Para esto último, delimita tu tema y define de qué quieres hablar, así será más fácil que los usuarios entiendan de qué quieres hablar. Si te quedan temas por abordar… ¡Escribe otro blog!
La confianza es vital: sustenta tu contenido y cita a quien lo requiera, nunca copies y pegues a menos de que pongas las citas adecuadas, de otro modo, es plagio.
No te cases con un tipo de contenido, agrega imágenes, videos y cualquier recurso que necesites para explicar lo que quieres decir, mientras se entienda y respete los límites de tu tema deja que fluya tu imaginación.
Recuerda tus sentimientos y los de tus usuarios… ¡Sácales provecho! Ríe, llora, enójate y alégrate, ya que ese blog es un espacio para el usuario en el cual puede conocer y expresarse.
Nunca olvides las tendencias, keywords y los temas relevantes en las áreas de las que estás escribiendo, ya que las personas te encontrarán por ahí.
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